El Análisis final de la Amnistía Fiscal en España

El Análisis final de la Amnistía Fiscal española

En España se ha realizado una amnistía fiscal desde el 30 de marzo hasta el pasado 30 de noviembre de 2012. Durante este período, aquellos que ocultaban capitales han podido "blanquearlos" y sacarlos a la luz con el único peaje de un 10% de tributación.

Resulta interesante lo del 10% por blanquear dinero ya que las mafias suelen resultar más caras además de ilegales, pero nuestro país necesita recaudar dinero como sea y durante unos meses se ha convertido en una de las mayores y más baratas mafias blanqueadoras de dinero del mundo.

Aún y así, la recaudación final se ha situado sólo en 1.191 millones de euros para las arcas del estado, muy lejos de los 2.500 millones estimados por el gobierno. El 93 % de esta recaudación se ha producido en el último mes de la amnistía, es decir noviembre, ya que a cierre de octubre solo constaban unos 150 millones de euros.

Por simple regla de tres, la recaudación de 1.191 millones siendo el tipo impositivo del 10% nos confirma que la cantidad de dinero oculto aflorado es de 11.910 millones de euros.

Parece que no todos los defraudadores se han acogido a esta oportunidad y los que sí lo hicieron esperaron hasta el último momento para dar el paso adelante. Los motivos de unos y otros seguramente han sido los siguientes:

La inseguridad jurídica del procedimiento

Incertidumbre por la gran cantidad de cabos sueltos en la articulación de la normativa publicada. Poco a poco se han ido despejando algunos de ellos.
Incertidumbre por las posibles consecuencias y responsabilidades motivadas por la afloración del dinero defraudado. También se han ido despejando poco a poco.

El recurso de impugnación ante la Audiencia Nacional que presentó el PSOE, principal partido de la oposición, con el objetivo de eliminar esta amnistía fiscal.
La idea de: si no lo han encontrado hasta ahora ya no lo van a encontrar.
Si queda poco tiempo para que prescriba, por unos días o semanas el ahorro es del 10%.
Si se declara lo defraudado, aunque no exista sanción, tampoco se podrá seguir defraudando de la misma manera, como hasta la fecha, ya que puede quedar al descubierto como se ha realizado el fraude, el origen del dinero, otras terceras personas que intervinieron...

Por otro lado, las opiniones a favor y en contra de la amnistía fiscal reflejan varios puntos de vista, veamos.

A favor:

España necesita el dinero para cumplir el déficit y da igual de donde venga ese dinero.
Independientemente de la recaudación, el dinero aflorado puede volver a entrar en el mercado español y circular sin trabas por nuestro país. Es decir, a los 1.191 millones recaudados debemos añadir el beneficio de que puedan volver a entrar y circular libremente los 11.910 millones en España.

En contra:

Una empresa paga entre un 25 y un 35% de impuesto sociedades, un particular paga entre un 24% y hasta un 56% de impuesto por IRPF si hacen las cosas bien y declaran todo puntualmente. En cambio si defraudaste y ocultaste dinero, se premia al defraudador con un 10% de tributo. Es decir, la amnistía supone un premio o ahorro a favor del defraudador de entre un 15% y un 46% sin tener en cuenta multas, sanciones, intereses de demora...
Si los casi 12.000 euros aflorados se hubieran perseguido y encontrado, a un tipo medio de un 35-40% más otro 25%-35% de multas, sanciones e intereses se hubieran podido recaudar entorno de un 60 o 75% en lugar del 10% obtenido con la amnistía fiscal.
El dinero que se legaliza puede venir de acciones totalmente ilegales, como secuestros, drogas, robos, etc... y con una amnistía de por medio, Hacienda teóricamente no debe perseguir muy exhaustivamente el origen del fraude lo que genera premiar al delincuente y una situación muy embarazosa e inmoral.

Tanto los puntos a favor como los puntos en contra son muy sólidos y me llama mucho la atención como los dos principales partidos políticos han realizado amnistías fiscales estando en el poder y las han criticado duramente cuando han estado en la oposición.

Sería gracioso si no fuera por la actual y triste realidad económica española.