Detroit, la ciudad en quiebra
Detroit está en quiebra, en bancarrota. Con una deuda total de unos 18.000 millones de dólares, una población de 700.000 habitantes y un 16% de desempleo, recordemos que la media estadounidense es de un 7%, la ciudad no puede pagar las deudas contraídas ni los intereses que generan, ni los servicios que presta a sus ciudadanos. La situación de alarma, inseguridad ciudadana y el aumento del vandalismo ha provocado que muchos ciudadanos empaqueten sus pertinencias y huyan de la ciudad.Todo esto y mucho más es lo que sucede cuando una ciudad como Detroit se declara en QUIEBRA. Mientras esto sucede en esta ciudad estadounidense, más del 90% de las personas, municipios, empresas, regiones y países se encuentran endeudados a niveles desorbitados y actualmente tratan de reducir sus deudas sin saber muy bien cómo.
El peligro de la deuda y los intereses
En realidad, el sistema financiero mundial actual, basado en la creación de deuda para mantener el crecimieno, es insostenible. Son muchos los expertos que así lo afirman, suficientemente claro pero parece que no suficientemente alto. Tal vez deban gritar más fuerte pero el mensaje es el mismo:
Cuando se emite el primer euro o el primer dólar (sea a través de la reserva federal/BCE o anotación en cuenta de un banco) y se accede a pagar un interés en un determinado plazo de tiempo... ¿de dónde va a salir ese importe de más que pagamos en concepto de interés? Hasta ahora, se solucionaba fácilmente, creando más deuda. Aunque esto no solventa la raíz del problema, solo se aplaza en el tiempo empeorando su situación.
Las familias, las empresas, los municipios y los estados se encuentran extremadamente endeudados a niveles incluso superiores a la ciudad de Detroit. Si todo el mundo quisiera cancelar anticipadamente sus deudas, posiblemente no exista en el mundo el dinero, ni los activos suficientes, para desendeudarse completamente. Ni sumando todo el dinero “escondido” en los paraísos fiscales, refugio de las grandes fortunas mundiales.
Cuestiones por resolver en los próximos días
Volviendo a la bancarrota de Detroit nos surgen muchas preguntas a día de hoy:
- ¿Qué activos posee la ciudad para pagar sus deudas? Al parecer, podrían estar pensando en vender obras de arte por valor de 2.000 millones, algunos edificios públicos, parques, zonas verdes y poco más.
- Entonces, si se deben unos 18.000 millones de dólares, ¿Cuánto sumarían todos los activos públicos de Detroit?
- ¿Alcanzarán a reestructurar la deuda? ¿Habrán “quitas”?
- Si las hubiera, ¿De que porcentaje de "quita" estamos hablando?
- ¿Permitirán los ciudadanos que se vendan las obras de arte, los parques y las zonas verdes donde se criaron de niños?
- ¿Qué servicios locales van a privatizar en un país donde casi todos los servicios ya son privados?
A día de hoy, desconocemos muchas de las cuestiones planteadas pero sin duda, debemos permanecer atentos a lo que suceda en Detroit durante los próximos días. Tal vez sea un ejemplo de lo que veremos próximamente en otras ciudades del resto del mundo.
Teniendo en cuenta que el sobreendeudamiento es un problema común en el mundo, desde el análisis y la reflexión, debemos estudiar qué se ha hecho mal, qué es lo que no funciona, qué hay que cambiar para que no vuelva a suceder, cómo podemos revertir la situación o como mínimo tratar de mejorarla.
Un poco de análisis interno suficientemente serio sería muy recomendable para lograr entender los errores y buscar las alternativas más idóneas.
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