23 de marzo de 2012

Acceso a la vivienda I. ¿Compro o alquilo?

En general, cuando la gente quiere acceder a una vivienda se suele plantear tres opciones: Compro,  alquilo o construyo. Aunque la opción de construir se suele descartar por las dificultades que implica coordinar todos los procesos: buscar el solar, los arquitectos, realizar los proyectos, permisos, licencias, materiales, contratistas...  lo que conlleva una gran demora en el tiempo.
Desde antaño, España siempre ha tendido a ser un país de propietarios en el ámbito de la vivienda habitual. En el año 2002, el porcentaje de alquiler en nuestro país rondaba el 12% mientras que la propiedad suponía un 88%. La media de la UE en el mismo período, daba al alquiler un 39% frente al 61% de propiedad.


Actualmente esta cifra no ha variado mucho en 2011, situando el alquiler en torno al 16% y la propiedad en el 84%. Las cifras de la UE se mantienen similares al 2002.

Quienes optan por el alquiler, generalemente es por tres motivos:

Residencia temporal en la localidad, por ejemplo alguien que le trasladan de puesto de trabajo de una localidad a otra y desconoce el tiempo que permanecerá en ésta. 
- Aportación inicial. Para la compra, los bancos suelen prestar el 80% del valor de la tasación, y por tanto, suele ocurrir que la diferencia entre el préstamo y el valor real, más los gastos inherentes a la compra, se deban cubrir mediante ahorro. El alquiler, a diferencia de la propiedad, requieren menos desembolso inicial (por ejemplo: fianza de uno o dos meses).
- Simplicidad del proceso. Es más sencillo formalizar un contrato de alquiler que realizar una escritura de compraventa con préstamo hipotecario.

El estallido de la burbuja inmobilaria ha generado casos de compra que han resultado ruinosos y que, en caso de haber optado por el alquiler hubiera supuesto el ahorro de muchos miles de euros. No obstante, si consideramos la compra a largo plazo, una vez transcurridos los años de hipoteca y liquidada ésta, se materializa la ventaja de vivir en un techo sin pagar alquiler.

Cabe decir que los contratos de alquiler establecen un incremento anual de la cuota ligado al IPC mientras que la cuota de la hipoteca solo varía en función del tipo de interés pactado con el banco.

Dicho todo lo anterior, las personas interesadas en acceder a una vivienda deberán escoger la mejor opción de acuerdo a su situación particular. ¿Compro o alquilo?





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